Jugando a buscarte

Imagino que muchos de vosotros habreis salido los fines de semana por ahí, en busca de alguien. Alguien que buscabais por las esquinas porque os sentíais solos...Alguien muy concreto en vuestras vidas, por supuesto. Y lo buscabais desesperadamente. Pues coincide que el día en el que uno se siente más solo y más raro, es cuando, un sábado por la noche, ya por el tercer cacique, te embarga la soledad y empiezas a ponerte cariñoso o empiezas a abrazar a tus amigos y a darles besos (que es otra manera de enfocar ese cariño). El momento de la exaltación de la amistad. Bueno, vamos por la opción no de la amistad, sino la opción de buscar a ese chico o chica, ¿no?. Entonces uno juega por el centro de la ciudad a buscar a esa persona desesperadamente con el único objetivo de sentirse menos solo y de coger un poco de calorcito. Y uno busca desesperadamente a esa persona durante toda la noche...hasta que llega por la mañana y harto de buscar te vas a tu casa. Al día siguiente, como último recurso, decides llamar a esa persona a ver, por curiosidad, dónde andaba ayer,no?. Y resulta que esa persona no había salido...se había quedado viendo Operación Triunfo o Gran Hermano...que más da! Que también puede pasar que esa persona no esté...

Y, esa dialéctica, como las búsquedas, como las odiseas de Ulises, se convierte en un viaje un tanto extraño...

(Manuel Cuesta)

(Recuerdo de algunas noches ovetenses...)